Y en la oscura extensión río abajo
-como un audaz vidente en trance,
contemplando su infortunio-
con turbado semblante
miró hacia Camelot.
Y al final del día
la amarra soltó, dejándose llevar;
la corriente lejos arrastró
a la Dama de Shalott»
“La Dama de Shalott”, una de las obras más conocidas del pintor John William Waterhouse, fue realizada en el año 1888, y hoy día se encuentra en la Tate Britain de Londres. Actualmente es una pintura referente en la Historia del Arte.
Si bien es cierto, no es una novedad la temática de esta pintura, ya que posee un corte medievalista/fantástico, inspirada en el ciclo artúrico, al igual que otras obras de este artista así como de la Hermandad Prerrafaelista.
John William Waterhouse: En busca de Lancelot (1894)
Se podría decir que esta magnífica obra forma parte de una serie de tres, inspiradas en un poema del poeta y dramaturgo inglés Alfred Tennyson. Por orden cronológico de realización, las obras serían las siguientes: “La Dama de Shalott” (obra que nos ocupa), “En busca de Lancelot” (1894) y “Estoy cansada de las sombras, dijo la Dama de Shalott” (1915).
“La Dama de Shalott” está realizada en óleo sobre un lienzo de 153 x 200cm, y cuenta la historia de la dama Elaine, la cual se encontraba enclaustrada en una torre en la isla de Shalott, situada en el centro del río que fluye hacia el castillo de la conocida ciudad de Camelot, morada del rey Arturo. Debido a una maldición, Elaine está condenada a permanecer en su torre tejiendo sin cesar, y únicamente puede tener noticias del mundo exterior a través de un espejo.
Elaine refleja en sus tejidos todo lo contempla a través del espejo, desarrollando todos los pasajes en su incansable tarea. Un día, a través del espejo, observó a un caballero de brillante armadura, Lancelot, dirigiéndose hacia Camelot; en este momento, Elaine se enamoró de él, y decidió dejar de coser, dirigiendo su mirada hacia la ciudad. En aquel instante, el espejo se rompe en mil pedazos y las telas se desgarran; el hechizo se había desatado.
Vestida con una túnica blanca, Elaine baja de la torre y toma una barca que la conducirá por el río hasta Camelot, en busca de su caballero. Pero la maldición de la dama de Shalott hace que se vaya marchitando a medida que avanza por el río, la sangre se le va helando, y una vez llegada al castillo, entona su último canto. Toda esta historia no es más que una alegoría de la vida: contemplación del paso del tiempo; aparición de una persona o acontecimiento que cambia el rumbo de nuestro camino; el deseo y voluntad de dejarlo todo; las consecuencias de los actos…
Waterhouse plasma a la perfección la historia en su obra: retrata el momento justo en que Elaine sale de su prisión y comienza a debilitarse. El pintor sigue la estela del simbolismo en la luz: al fondo mucho más cálida y resplandeciente, símbolo de la esperanza; y a la izquierda del cuadro mucho más tenue y oscura, la cual vaticina el trágico final. Otro simbolismo que alude a la vida, son las velas que se encuentran en la proa del barco: dos de ellas se encuentran apagadas, mientras que la tercera parece estar a punto de apagarse; estas velas están acompañadas de un crucifijo que parece guiar la nave.
Respecto a ella, Elaine, aparece representada justo en el medio de la obra, desencadenando la barca. A pesar de que su rostro no expresa sufrimiento, los ojos se empiezan a verse de un color negro, tal y como cuenta la leyenda; sin embargo, ella parece estar relajada, aceptando la maldición. Toda la obra es una suerte de vanitas del siglo XIX.
Algunos estudiosos han querido ver en esta obra una segunda interpretación: Elaine representaría a todas aquellas mujeres del siglo XVIII-XIX, que, en la época del pintor, se encontraban enclaustradas esperando una posible huida, al igual que la dama de Shalott.
“Estoy cansada de las sombras, dijo la Dama de Shalott” (1915)
Por último, destacar la obra que cierra la trilogía. “Estoy cansada de las sombras, dijo la Dama de Shalott”, refleja de manera muy interesante la otra cara de la leyenda: se observa a Elaine, en su torre, tejiendo sin cesar, mirando hacia el espejo que refleja el mundo exterior.
Fuentes y enlaces de interés:
Trippi, P. (2005). J.W. Waterhouse.
https://johnwilliamwaterhouse.jimdo.com/obras/la-dama-de-shallot/
http://rosacruzmoderna.tripod.com/sitebuildercontent/sitebuilderfiles/ladamadeshalot.pdf
http://www.tate.org.uk/art/artworks/waterhouse-the-lady-of-shalott-n01543