El Prerrománico Asturiano, o también conocido como el Arte de la Monarquía Asturiana, ha llegado hasta nosotros a través de una serie de conjuntos arquitectónicos y obras de orfebrería. Si bien es cierto que la mayoría de los elementos conservados pertenecen al siglo IX, se diferencian tres grandes etapas que coinciden con el reinado de Alfonso II (791-842) y Ramiro I (842-850), siendo quizás la etapa más conocida; y una segunda fase que corresponde a Ordoño I (850-866) y a Alfonso III (866-910).
En este post hablaremos sobre los enclaves arquitectónicos que se sitúan en el conocido como Monte Naranco, en Oviedo, de casi 700 metros de altitud. Los templos católicos de Santa María del Naranco y San Miguel de Lillo, están situados en la falda sur del monte, a cuatro kilómetros del centro de la ciudad.
Santa María del Naranco (842 d.C.)
Primitivamente esta obra fue un palacete de recreo y, más tarde, una iglesia. Se sabe que Ramiro I se construyó en este enclave una villa de recreo con varias dependencias: un palacete (Santa María del Naranco), una serie de establos y perreras (las cuales se han perdido) y una iglesia (San Miguel de Lillo).
Santa María del Naranco es un edificio insólito que actúa como mirador integrando el paisaje dentro del edificio. Es un auténtico belvedere. Está construido totalmente de piedra y cal, lo cual fue muy elogiado por las crónicas de la época. Tiene planta rectangular con dos pisos; el de abajo de menor altura y con aspecto de cripta, aunque no lo es. El superior tiene una gran elevación. Esta configuración recuerda a la de la Cámara Santa y conecta con los martiria paleocristianos y, así como con las villas romanas y con las termas.
La parte inferior se divide en tres zonas: la del medio fue la capilla privada del rey, con un altar. Tiene, al igual que la Cámara Santa, unos poyetes laterales que se supone eran para colocar objetos. A cada lado de ella hay unas camaretas que se dedicaron a servicios: una para baños pues se han encontrado resto de tuberías de plomo y la otra podía servir como almacén o algo similar. Era una zona privada.
La zona superior también está dividida en tres partes. Las dos laterales son miradores al paisaje. La central fue un salón de fiestas para después de la caza y era, por tanto, una zona pública.
Muy pronto, posiblemente en los últimos años de Ramiro I, se convirtió en iglesia. El altar se pasó al mirador y las tropas seguían el oficio desde el campo situado delante. Las ranuras en las columnas del mirador fueron hechas para colocar canceles. El suelo del mirador era de madera.
El edificio está construido para verse desde fuera, es extroverso. En concepto es lo mismo que un templo griego o romano, es un concepto escultórico.
San Miguel de Lillo (h. 843 d.C.)
De San Miguel de Lillo sólo se conserva la tercera parte. Parece una obra del Maestro del Naranco, sobre todo por la elevación con multitud de contrafuertes. La decoración es del mismo tipo que la construcción anterior: también utiliza arcos de medio punto y peraltados. En el siglo XIII se derrumbó, posiblemente porque el terreno es de arcillas expansivas.
La planta completa era basilical con tres naves. La cabecera era tripartita rectangular sin sobresalir. Por encima de la entrada hay una celda real a la que se accede por unas escaleras laterales. Esto que tiene un origen carolingio, tiene una función simbólica queriendo expresar que el rey está sobre el pueblo y frente a Dios.
En el año 2009 se advirtió de un posible derrumbe de la construcción, así como se dio parte de la gran pérdida de las pinturas a causa de la humedad; finalmente, se llevó a cabo una restauración del monumento en el año 2011, sin embargo, se conserva muy poca decoración pictórica.
Lo que sí es destacable de San Miguel de Lillo es su decoración escultórica. La decoración mejor conservada se encuentra en las jambas de la entrada, probablemente inspirada en el mundo bizantino (escena circense). Igualmente, en las basas y capiteles que están repartidas por la iglesia también se encuentran relieves, aunque bastante peor conservados.
La Unesco declaró ambos monumentos Patrimonio de la Humanidad en el año 1985, y hoy día son un referente fundamental del arte prerrománico asturiano.
Fuentes y enlaces de interés:
Adams Fernández, C. (2006). El Arte Asturiano. Perrómanico, románico, gótico.
https://www.turismoasturias.es/descubre/cultura/prerromanico#
http://www.prerromanicoasturiano.es/26/monumentos.html
https://www.desdeasturias.com/el-monte-naranco/
http://www.designlaboratory.com/courses/a222.f95/a222.f95.finex.diaz.html