“All Hallows’Eve”, Noche de brujas, Samhain, o más conocido como Halloween, es un festejo que hoy día forma parte de nuestras tradiciones.
Halloween tiene su origen en una festividad celta conocida como Samhain, la cual marcaba el final del verano, celebrando la temporada final de cosechas y el comienzo del año nuevo (y la época oscura) en la cultura celta[1]. En la noche de Halloween, los druidas celtas creían que la línea que divide este mundo con el más allá se volvía mucho más débil, de manera que los espíritus de los fallecidos podían mezclarse con los vivos. En esta noche las casas permanecían a oscuras y sus dueños intentaban pasar desapercibidos a ojos de las almas errantes (de ahí el uso de ropas fúnebres y máscaras).
Por otro lado, Halloween desciende a su vez de la tradición romana; cuando los romanos conquistaron parte del territorio celta en el año 43 d.C., asimilaron la festividad de Samhain. Los romanos ya celebraban con anterioridad las fiestas en honor a Pomona (diosa de las manzanas y el otoño), así que acabaron por mezclar ambas tradiciones.
¿Qué tiene que ver Halloween con la Iglesia Católica? Halloween se relaciona con la festividad católica de Todos los Santos, con la diferencia de que en ésta se conmemora a los difuntos que gozan de la vida eterna. El cristianismo considera el festejo de Halloween como una creencia pagana, y trató de convertirla a la católica anteriormente comentada, en primer lugar celebrada el 13 de mayo y posteriormente trasladada al 1 de noviembre (un día después de la antigua celebración del Samhain).
En 1846, con la inmigración de los irlandeses a Estados Unidos, llegó la festividad de Halloween al continente americano. A pesar de que el mito respecto a las almas de los difuntos se transmite a los estadounidenses, fueron ellos los que introdujeron la costumbre de la famosa calabaza a modo de linterna, inspirada en la leyenda de “Jack el Tacaño”[2]: un viejo granjero que engañó al Diablo para que no se llevara su alma. Al final de sus días, Jack no podía ascender al Cielo por sus pecados, pero pactó con el Diablo que no se llevaría su alma; en este punto, el Demonio arroja a Jack una brasa del Infierno, y el astuto granjero vació un nabo (su hortaliza favorita) y puso la brasa en su interior, de manera que vagaba con esta “linterna” eternamente buscando su lugar.
La tradición de tallar linternas o faroles con vegetales (nabos, remolachas, calabazas…) se encuentra tanto en Irlanda como en Gran Bretaña, siendo la calabaza la elegida para tallar la cara del granjero Jack[3], colocándose en ventanas o en las puertas de las casas para burlar, al igual que el granjero, al Diablo.
En Estados Unidos, la fiesta no comienza a celebrarse oficialmente hasta 1921, adquiriendo a partir de entonces una gran popularidad.
Hoy día, la festividad de Halloween se centra en los disfraces y en pedir dulces de puerta en puerta (el famoso “truco o trato”), una costumbre que se popularizó alrededor de 1930. Esta tradición podría remontarse a Inglaterra, donde los pobres mendigaban dulces llamados “pasteles del alma” (soul cakes), a cambio de que éstos incluyeran a los difuntos en sus plegarias.
Finalmente, y también relacionada, se sitúa en México el Día de los Muertos, una festividad que se remonta a las civilizaciones precolombinas.
Fuentes y enlaces de interés:
https://www.youtube.com/watch?v=5I-KC9wgWcE
http://sobrehistoria.com/la-historia-de-halloween/
http://www.qore.com/noticias/42101/Conoce-el-origen-real-de-Halloween
http://www.bbc.co.uk/religion/religions/christianity/holydays/halloween_1.shtml
http://www.vozpopuli.com/memesis/Halloween-Samhain-Tradicion-Fiesta_0_857314308.html
[1] La cultura celta se extendía a las islas británicas, Europa Occidental y Escandinavia.
[2] A las calabazas iluminadas con una vela dentro se las conoce como “Jack-o’-lantern”.
[3] Se elige la calabaza por la cantidad de cosechas que se recogían en Estados Unidos.