Si posamos la mirada detenidamente en algunas de las obras de Sandro Botticelli, nos daremos cuenta de un elemento común entre las mujeres que pintaba: el rostro de una mujer que se repite dando vida a diosas, retratos, o incluso en madonnas. Tez blanca, cabellos dorados, mirada penetrante y nariz afilada, así era Simonetta Vespucci.
“Virgen de la Granada”, Sandro Botticelli
Simonetta Cattaneo, más conocida como Simonetta Vespucci, fue una musa y modelo de artistas del Renacimiento Italiano. Nacida hacia el año 1453, contrae matrimonio a la edad de 16 años con Marco Vespucci[1], tomando de él su apellido.
“Retrato de Simonetta Vespucci”, Sandro Botticelli
“La bella Simonetta” llega a Florencia con motivo de su matrimonio, y es allí donde su belleza es descubierta por los más afamados pintores italianos.
“Pallas Atenea” / “Venus y Marte” / “La Primavera” / “La calumnia de Apeles”, Sandro Botticelli
Sandro Botticelli, artista florentino del Quattrocento Italiano, fue uno de los pintores que se hizo eco de la belleza de Simonetta. Muchas son las obras en las que aparece su musa, pero incluso en un mismo cuadro puede aparecer más de una vez.
“Retrato de Simonetta Vespucci como Cleopatra”, Piero di Cosimo
Botticelli no es el único en retratar a la modelo, Piero di Cosimo y Ghirlandaio (entre otros) también la incluyen en sus obras. Debido a su belleza, Simonetta posó como modelo para diferentes artistas italianos, y es ésta la razón por la que su rostro aparece retratado en numerosas obras de la época. Giuliano y Lorenzo de Médici también quedan prendados de su belleza, incluso éste último escribe un texto sobre ella:
Su cutis era extremadamente claro, pero no pálido; rosado, pero no rojo. Su porte era serio, sin ser severo; dulce y placentero, sin asomo de coquetería o vulgaridad. Sus ojos vivos, no manifestaban arrogancia ni soberbia. Su cuerpo era finamente proporcionado, y entre las demás mujeres aparecía de superior dignidad. Paseando, bailando o en cualquier otro ejercicio, se movía con elegancia y propiedad. Sólo hablaba cuando era conveniente y dando opinión tan acertada, que no se podía añadir o quitar a lo que iba diciendo. Su comprensión era superior a la que pide su sexo, pero sin aparentar darse cuenta de ello y sin caer en el error, tan común entre las mujeres, que cuando sobrepasan el nivel se hacen insoportables».
“Nacimiento de Venus”, Sandro Botticelli
Desgraciadamente en abril de 1476, Simonetta muere de tuberculosis tan sólo con 23 años. A pesar de su fallecimiento, Sandro Botticelli no se olvida de ella, terminando en 1485 su famosa obra “El nacimiento de Venus”, donde de nuevo, salía a la luz, el rostro de Simonetta.
Fuentes y enlaces de interés:
Graham, J.: Sandro Botticelli e la rinascita di Simonetta Vespucci.
http://www.mujeresenlahistoria.com/2012/07/la-musa-simonetta-vespucci-1453-1476.html
http://www.abc.es/20111223/medios-redes/abci-simonetta-vespucci-botticelli-201112231020.html
[1] Familia del conocido explorador Américo Vespucci.
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