El Clásico en Mesoamérica (II): Pintura en Teotihuacán

1 Pintura teotihuacana

La pintura mural en Teotihuacán posee una gran importancia, y está adscrita a todo lo que es la arquitectura residencial. Algunas pinturas se han encontrado en un contexto religioso, en un pequeño templo llamado “Templo de la Agricultura”.

La pintura mural asociada a la arquitectura residencial se utiliza desde fechas muy tempranas, y las primeras decoraciones son de dibujos geométricos, diseños en bandas.

¿Cuándo florece la pintura en Teotihuacán? En Tlamimilolpa. Los colores se efectuarán en seco, y veremos una pintura realizada a base de una capa de cal mezclada con arena de cuarzo muy fina, que aportará una extraña brillantez a los colores, que serán de procedencia mineral: rojo, verde y negro.

La pintura mural teotihuacana se caracteriza por una mayor expresión y dinamismo, en contraposición a la rigidez de la escultura teotihuacana.

Presenta también una perspectiva al modo de la escultura egipcia, y las formas serán geométricas, colores irreales sin aplicación de degradación. Composición siempre sencilla y disciplinada, que corresponde a la concepción del mundo teotihuacano.

Tenemos las pinturas de TETITLA, con una representación femenina del dios Tlalo. Vemos las volutas que representan los chorros de agua.

13. Tetitla

Nos vamos a encontrar en Tetitla una serie de murales, quizás el más conocido será el Mural de las Diosas Verdes, con tocados de plumas (Quetzal). Es interesante que esa serie de diosas (que no se relacionan entre sí) van enmarcadas por una banda de serpientes entrelazadas que van a relacionarse en espacio-tiempo. Tetila fue habitado en las épocas de mayor esplendor de Teotihuacán.

13. Tetitla (1)

En la representación de la diosa Chalchiutlicue vemos nuevamente el agua, con la indumentaria típica.

En Tetitla hay una serie de murales que se están llevando ahora a estudio: “Mural de las Águilas”, con las alas desplayadas, y también el “Mural de los Jaguares”, con la fascinación por el felino que nos viene desde el formativo.

Conjunto del Templo de la Agricultura: muros con pintura paisajística, descubiertas a finales del siglo XIX (1884) por Leopoldo Batres, conocidas hoy por una copia de la época. Las escenas de paisajes parecen flores, tallos que están germinando… Destaca la Escena de los Sacrificios (colores verdes, amarillos, rojos…), que representa a sacerdotes que van llevando ofrendas de maíz, y van haciendo cantos. Parece que se representa a la diosa Chalchiutlicue también. Podríamos ver la representación de una ‘quema’ de sustancias de olores. Es una excepción dentro de lo que vamos a ver.

Conjunto del Templo de la Agricultura

El otro gran conjunto residencial es TEPANTITLA: la ocupación de Tepantitla osciló entre las fases Tlamimilolpa (225 – 350 d.C.) y Metepec (550 – 650 d.C.), posiblemente por la clase sacerdotal. Encontramos unas composiciones más libres que en Tetitla. El muro principal es un muro decorado con dos composiciones: en la parte superior vemos la figura de la diosa de las aguas (Chalchiutlicue); en la parte inferior nos encontramos con una escena bastante original y sorprendente, llamado el Tlalocan o paraíso de Tlaloc.

Parte superior: diosa de las aguas, de su tocado parece que le crece un árbol, pero son distintas corrientes de aguas, por ser la generadora de la misma. Vemos que la enmarcan dos chamanes/sacerdotes, que a través de su conocimiento o intervención se sabe cuándo hay que sembrar, recoger, cuándo vienen las lluvias… los aliados de la diosa de las aguas. Los chamanes tienen pequeñas bolsas con semillas que van lanzando (mientras van cantando); están relacionadas con la fertilidad. Tocados con las plumas de Quetzal.

Vemos la repetición de los chamanes, seriados, con la misma iconografía e interpretación.

15. Tepantitla (1)

La pintura teotihuacana se caracteriza por:

  1. Su movimiento y acción
  2. Su expresividad y dinamismo
  3. Presenta diseños geométricos y escenas compuestas en banda
  4. Concepción de la perspectiva como de la pintura egipcia (perspectiva torcida)
  5. Simetría y ritmo
  6. Composiciones sencillas y disciplinadas
  7. Colores aplicados sin degradación

15. Tepantitla (4)

En cuanto a Tlalocan o Paraíso de Tlaloc, nos vamos a encontrar una montaña de la que surgen todos los ríos y corrientes de agua, ya no está la diosa Chalchiutlicue. Vemos una serie de figuras antropomorfas de hombres que disfrutan: lo sabemos por sus actitudes dinámicas, se bañan en las corrientes, están cantando, hay mariposas… en actitud de gozo e incluso de bailes. Es el concepto de lo que sería un tiempo de relax, por eso se le llama el Paraíso de Tlaloc o Paraíso Teotihuacano, reflejo de esa vida placentera. En los colores vemos el verde, asociado al jade, al agua… un color muy importante en el ámbito teotihuacano. Se encuentra en el friso inferior del muro visto anteriormente.

16. Paraíso de Tlaloc

Otro de los conjuntos residenciales es ATETELCO, donde veremos una serie de murales, en los que se representan los jaguares estilizados, plumas de Quetzal, pintura menos expresiva, más esquemática… Es interesante, porque aparece un mural donde vamos a ver unas composiciones en rombos realizadas a través del cruce de serpientes, y en el centro la representación del chamán de perfil, sin interrelación.

atetelco

 

 

Fuentes consultadas:

ALCINA FRANCH, J.: “Historia del Arte Hispanoamericano. Arte Prehispánico”

M.Á., María J.: “Arte Prehispánico”; Universidad de Sevilla

 

 

(*) Las imágenes de este post fueron tomadas de Internet, y su autoría pertenece a sus respectivos dueños. 

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