Fiestas Luctuosas I: Renacimiento

1. Portada Fiestas

Todos los acontecimientos de la vida de los reyes afectaba a las fiestas y a la sociedad; lo mismo ocurrirá con la muerte de los reyes.

Desde la Edad Media se hacían una serie de rituales, con dos elementos:

  • Unas exequias (misa)
  • Enterramiento

Algunos rituales de la Edad Media (muy antiguos) llegaron a ser prohibidos por la iglesia, como los gritos y llantos en público. Tenían unas connotaciones paganas, que venían del mundo antiguo, además de que el ideario católico dice que la muerte no es un motivo de tristeza, sino de alegría, porque se accede al más allá.

A partir del siglo XVI se reglamenta un ritual funerario complejo, en las distintas monarquías europeas. Básicamente este ritual tenía dos elementos:

  • Embalsamamiento del cadáver (se evitaba el mal olor que podía sufrir la comitiva que lo acompañaba en el recorrido hasta el lugar de enterramiento). Conllevaba una especie de ritual en la que intervenían los cirujanos y miembros de la corte.
  • Exequias, en las que podemos distinguir a su vez dos momentos:
  • Enterramiento inmediato tras la muerte, y al cabo de los 9 días siguientes a la muerte se celebran misas en honor al difunto.
  • Funeral propiamente dicho, que se celebra a las 2 semanas de la muerte. Se realizaba siempre en la Catedral o iglesia importante. El templo se cubría con paños negros o dorados, y dentro del templo se levantaba el catafalco o túmulo, una estructura de madera de varios pisos (normalmente en el crucero o cabecera de la iglesia). El catafalco tiene mucha importancia por ser algo nuevo del renacimiento, sustituyendo a la capilla ardiente medieval. Este ataúd en el primer cuerpo del catafalco estaba cubierto de paños negros, acompañado con atributos e insignias reales. Alrededor de este primer cuerpo del catafalco se encontraban los estandartes, escudos y banderas de los reinos dominados. El resto del catafalco (cuerpos superiores) se colocaban trofeos funerarios, como calaveras de madera, guadañas, velas y con un remate en forma de cruz.

Además, el funeral tenía un doble cortejo: el primer día con una procesión fúnebre a la Catedral, y el segundo día (día siguiente) con una procesión a la Catedral para el ofertorio y misa. Una vez en la Catedral, un miembro de la familia real se colocaba junto al catafalco y llamaba por tres veces al difunto rey. Tras ello, todas las insignias reales caían al suelo, y se proclamaba oficialmente la muerte del monarca. Después se entregaban las insignias al sucesor, y se proclamaba al nuevo rey con vivas.

Las calles no se decoraban, los interiores de las iglesias sí.

3. Granada

Este ritual se va a repetir en todas las cortes europeas hacia el siglo XVI. Las monarquías van a elegir un lugar determinado para el entierro de los cuerpos, como panteón; los cadáveres tienen que ser trasladados hasta ese panteón, lo cual significa una ceremonia. Como ejemplo, cuando muere Isabel de Portugal, su cadáver tuvo que ser trasladado desde Toledo a Granada, que es donde estaba la Capilla Real; para este traslado se organizaron dos cortejos: el primero acompañó al cadáver hasta la salida de Toledo (puertas de la ciudad), y un segundo cortejo formado por familiares reales acompañaron el cuerpo hasta la misma Granada.

Se va a desarrollar toda una iconografía relacionada con la muerte, en la que la calavera es un elemento básico. Puede aparecer de diversos modos pero acabando con la vida del ser humano.

Otro elemento básico de las fiestas luctuosas son los catafalcos. El modelo de túmulo que se va a poner en Europa será de forma piramidal, ya que la pirámide se consideraba el modelo de tumba de la antigüedad por excelencia.

Un emblema muy recurrido es el del águila encima de la tumba, “la apoteosis”. Esto se relaciona con que los emperadores romanos soltaban un águila que volaba hasta el cielo y representaba la apoteosis del emperador, su conversión de ser humano a divino (divinización del emperador); por tanto el águila es un símbolo de transporte del alma.

2. Relaciones

Se van a publicar una serie de relaciones o descripciones en las cuales siempre van a aparecer toda una serie de emblemas, símbolos, relacionados con el tema de la muerte (a veces se alude a las virtudes que tuvo en vida el difunto, y en la mayor parte de los casos alude a la muerte misma).

Aquí vemos una calavera como elemento básico de la iconografía, cortando el tronco de un árbol.

En el caso de España, el primer lugar de enterramiento elegido fue Granada. Se construye la Capilla Real a principios del siglo XVI. Posteriormente, con Felipe II, ese panteón se traslada al Escorial.

4. Exequias de Carlos V en Bruselas

 Exequias de Carlos V en Bruselas, 1558, símbolos imperiales

Serán las exequias de Carlos V las que confirmen un modelo general que se implantará en Europa y a pesar de que hay una gran variedad de túmulos según el lugar en el que se levanten.

Cuando muere el emperador se realizan obras fúnebres en el Imperio, pero los funerales oficiales fueron los que se realizaron en la Catedral de Bruselas. Alcanzaron fama por una serie importante de 34 planchas de grabados que recogían todo lo que habían sido los elementos utilizados. Estos grabados fueron diseñados por Hieronymus Cock. Se recoge el diseño de túmulo que lo llevó a la Catedral. El catafalco que se levanta en Bruselas impone un modelo general en toda Europa excepto en España, que tendrán características especiales.

Aquí vemos el grabado final de la serie con todos los atributos de poder de Carlos V. La emblemática tendrá un papel fundamental en la propaganda política. Se utilizan ya las cartelas recortadas, ménsulas con triglifos… vemos también las dos columnas de Hércules. En el centro se conservan todas las insignias y atributos imperiales; además vemos el lema “plus ultra” (más allá). También unos leones que aluden a la monarquía castellana.

5. Bruselas Carlos V

Aquí se aprecia el túmulo levantado en Bruselas por la muerte de Carlos V. Tiene forma de pequeño baldaquino, y sobre ese pequeño baldaquino cuadrado se levanta una estructura de forma piramidal compuesta por una gran serie de candelabros. La forma piramidal alude al mundo antiguo.

La imagen general es muy medieval, e incluso se le llama capilla ardiente. Se colocó en el crucero de la Catedral. Todo iluminado con una enorme cantidad de velas.

Bajo el baldaquino se sitúa el ataúd vacío, recubierto por un rico manto del emperador y la corona imperial encima. A los lados, de forma muy teatral, se colocaba el cetro y al otro la bola del mundo con la cruz. Se colocaban también unos candeleros con los escudos imperiales.

Todos los elementos aluden al triunfo de la luz sobre las tinieblas, también de la fama sobre la muerte.

6. Carro

El elemento más espectacular fue el carro, en forma de barco, con un programa iconográfico complejo, compuesto por una serie de emblemas que aluden a la muerte del rey, y sobre todo ese programa emblemático aludía a la política del propio emperador, que se basaba en la expansión de la fe católica a través de la virtud y el poderío militar.

Este barco alude a la barca de Caronte que cruzaba la Laguna Estigia, un mito que alude a la muerte. Vemos a las virtudes: fe, esperanza y caridad.

Van custodiando un trono vacío de emperador, que será ocupado por el sucesor.

En el casco del barco aparecen una serie de representaciones de las victorias militares del difunto: son el soporte (la guerra).

Además este barco aparece remolcado por caballos y elefantes marinos, que aluden a la victoria de Neptuno, es decir, Carlos V, pues era dueño de todos los territorios del mar. Van arrastrando las dos columnas corintias de Hércules.

Se hicieron unos gastos desorbitados comparados con otros funerales.

7. Exequias de Carlos V, túmulo de la Iglesia de San Benito, Valladolid

 Exequias de Carlos V, túmulo de la Iglesia de San Benito, Valladolid, Francisco de Salamanca

Destacan las exequias de Carlos V porque se desarrolla un modelo de túmulo diferente al que se había visto en Bruselas, que tiene forma de torre escalonada y piramidal también, que decrece en altura. En España aparecen estos tipos de túmulos porque están muy en relación con las custodias. Se tratan de elementos de experimentación arquitectónica que tienen como base la planta centralizada.

Este túmulo es el que se levantó en Valladolid, diseñado por Francisco de Salamanca. Es uno de los pocos grabados que quedan del siglo XVI.

De hecho, cuando se celebran las exequias estaba presente el propio Felipe II. Se trata de una torre escalonada de tres cuerpos de planta hexagonal, que remite al gótico. Se organizaban con tres cuerpos poligonales de orden corintio, son pilares, no columnas. Entablamentos exagerados propios del primer renacimiento…

Los dos primeros cuerpos se cubrían con una bóveda, de perfil gótico. Trabajan las formas clásicas pero de manera muy superficial.

En el primer cuerpo se colocaba el féretro con todas las insignias imperiales de Carlos V, y en el remate tenemos el escudo con el águila bicéfala; este escudo está acompañado por las dos columnas de Hércules. A través de esculturas y pinturas se desarrollaba toda la iconografía de la muerte, muy inspirada en los libros de caballerías. También alegorías a las victorias militares del emperador. Se utilizaban velas para iluminar el túmulo.

8. Exequias de Carlos V en México

 Exequias de Carlos V en México, túmulo erigido en el patio del Convento de San Francisco, Claudio de Arciniega, 1559

Nos encontramos con una planta centralizada con planta de cruz griega en el primer cuerpo, muy frecuente en túmulos y pasos procesionales. Los órdenes están correctamente superpuestos (abajo el dórico y arriba el jónico). Las bóvedas son renacentistas con unas pequeñas pechinas. El lenguaje es totalmente clásico.

Arciniega conoce los tratados de Serlio, por tanto, conoce correctamente el lenguaje clásico.

Es muy interesante que en el segundo cuerpo levante unos obeliscos, que aluden al mundo funerario antiguo.

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 Exequias por Felipe II en Sevilla, 1598, túmulo, Juan de Oviedo y de la Bandera

Cuando se produce la muerte de Felipe II, las exequias alcanzan su cima. Se levanta un gigantesco túmulo por el que era maestro de la Catedral (Juan de Oviedo y de la Bandera). Solo nos quedan grabados. Se colocó en el crucero de la Catedral de Sevilla. Medía casi 40m y se completaba con unas arcadas laterales, con pinturas y esculturas, y se formaba una especie de pasadizo fúnebre por la catedral. Parece que las arcadas no se llegaron a construir. Es uno de los monumentos efímeros más famosos de la época.

Tiene planta cuadrada, arriba de cruz griega y en la última planta poligonal. Lo más interesante es el remate en forma de cúpula, influida por la obra del Escorial.

Todo se remata con un gran obelisco y el águila. Órdenes superpuestos: dórico, jónico y corintio.

Pinturas a cargo de Fco. Pacheco y las esculturas de Martínez Montañés. Era una arquitectura auto-soportante, no se agarraba a los pilares de la catedral (decían que estaba construido con grandes maderos de barco).

 

 

Fuentes consultadas:

VARAS, M. «Arte y Fiesta». Universidad de Sevilla.